martes, 16 de mayo de 2017

LOS MAESTROS Y SUS DIFICULTADES

Por Armando Maya Castro
El presidente Lázaro Cárdenas del Río impulsó la educación socialista en su administración, provocando de 1934 a 1938 un levantamiento armado protagonizado nuevamento por los cristeros, quienes persiguieron con reprobable violencia a los  y las maestras rurales que impartían en las aulas dicha educación

Ayer se celebró en México el Día del Maestro, establecido como tal mediante un decreto del presidente Venustiano Carranza Garza, publicado el 5 de diciembre de 1917 en el Diario Oficial de la Federación en los siguientes términos: 

“Venustiano Carranza, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, a sus habitantes, sabed: Que el Congreso de la Unión ha tenido a bien decretar lo siguiente: el Congreso de los Estados Unidos Mexicanos decreta: 

“Artículo 1o. Se declara Día del Maestro el 15 de mayo, debiendo suspenderse en ese día las labores escolares. 

“Artículo 2o. En todas las escuelas se organizarán ese mismo día, festividades culturales que pongan de relieve la importancia y nobleza del papel social del maestro" (Tinajero Portes, Luis. 1994. Días conmemorativos en la historia de México. México: Editorial Universitaria Potosina). 

En la celebración de ayer, el presidente Enrique Peña Nieto felicitó a través de Twitter a los maestros de México, para luego reconocer que su labor “es fundamental para el desarrollo y futuro de México”. Hizo lo propio el secretario de Educación Pública (SEP), Aurelio Nuño, quien publicó en su cuenta de Twitter: "Todo mi respeto y toda mi admiración a las maestras y los maestros de México”. 

Pero remontemos al primer festejo en acatamiento al decreto presidencial de 1917, el cual tuvo lugar en 1918, con el propósito de reconocer el compromiso y dedicación de las y los maestros en las aulas, así como su labor de formación cultural, que en algunos momentos de la historia de México ha sido minimizada e ignorada. 

De entonces a la fecha, el trabajo de los maestros ha sido reconocido por la mayoría de los mexicanos, aunque en algunos capítulos de la historia han atravesado por momentos complicados, siendo rechazados, incomprendidos y descalificados. Me referiré en primer lugar a las reacciones contra el decreto de "educación socialista", incorporado en 1934 al artículo tercero constitucional, "que se refería a que "la educación impartida por el estado debe ser socialista, debe excluir toda doctrina religiosa y combatir el fanatismo mediante la inculcación de un concepto racional y exacto del universo y de la vida social" (Franco, Jorge. 2015. Un instante en la eternidad: Un Punto en el Punto Azul. EE.UU. Palibrio).

Jorge Franco señala que cuando el gobierno trató de implantar dicha educación, en 1934, “muchos cristeros volvieron a levantarse en armas”, en lo que algunos autores han denominado como segunda cristiada o continuación del conflicto posrevolucionario acontecido entre los años 1926 y 1929. El autor antes mencionado, tras señalar que "desde 1931 se habían creado unas ‘legiones’ defensoras de la religión en Jalisco y Michoacán con unos 20,000 militantes", se refiere a las vejaciones que el personal docente sufrió en ese tiempo en algunas zonas rurales de México: "Las principales víctimas fueron los maestros rurales que no aceptaban dejar sus escuelas y comunidades. Durante el periodo del gobierno de Lázaro Cárdenas (1934-1940) trecientos maestros fueron asesinados y colgados, otros desorejados y torturados. También hubo linchamiento de, al menos, 42 maestros en el estado de Michoacán, lugar de origen de Cárdenas".

El escritor Edgar González Ruiz escribió el 9 de mayo de 2010 en Contralínea: “El 15 de mayo de 1935, el presidente Lázaro Cárdenas presidió una ceremonia en honor de los educadores asesinados o desorejados por los cristeros, y dispuso que cada año, en esa fiesta cívica, se leyeran los nombres de 10 de esos mártires de la educación”. Más adelante, el escritor en referencia señala que con el paso del tiempo “se ha ido perdiendo la memoria de los maestros sacrificados, mientras que los herederos ideológicos de los cristeros han llegado al poder y con los recursos del erario promueven el culto a los fanáticos de hace varias décadas”.

Es justo señalar que los problemas y sufrimiento de los maestros de México no ha sido ocasionado únicamente por su compromiso y defensa de la educación laica. La historia de México en las últimas décadas está plagada de actos de represión en contra de la clase magisterial, sobre todo cuando ésta ha tomado las calles para exigir, en términos poco ortodoxos, mejoras salariales y la abrogación de la llamada reforma educativa. 

Las cosas han sido difíciles para los maestros de México en los últimos tres sexenios, pero también lo fueron en los tiempos de los priistas Adolfo Ruiz Cortines, Adolfo López Mateos y Luis Echeverría, tanto así que CEMOS llegó a señalar que la represión fue “una de las más grandes vergüenzas” en dichas administraciones.


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