martes, 10 de julio de 2012

RECHAZO A LA REFORMA DEL ARTÍCULO 24: TAREA PENDIENTE DE ALGUNOS CONGRESOS


Por Armando Maya Castro

Integrantes de Foro Cívico México Laico en defensa de sus libertades


En Yucatán, el diputado independiente, Félix Várguez Canul, fue categórico al señalar que no debe aprobarse la reforma del artículo 24 constitucional, pues esto –dijo– constituiría “un retroceso histórico y no serviría de nada el esfuerzo de nuestros héroes y antepasados por heredarnos un país con más conocimiento científico de la realidad y la universalidad del mismo”. 

Várguez Canul tiene razón cuando afirma que la reforma del artículo 24 constitucional traerá consigo la modificación de los artículos 3° y 130 constitucionales. Lo que anticipa el diputado yucateco, lo prevé el propio Dictamen de la Cámara de Diputados: “Con estas premisas es posible entender la necesidad de revisar el artículo 24 constitucional para que de manera explícita se reconozca el derecho a la libertad religiosa. Asimismo, a la luz de él se requerirá tanto la revisión de los artículos 3°, 5°, 27 y 130… Sin embargo, por el momento sólo existen condiciones para concretar la reforma del artículo 24 constitucional…”.

El anterior fragmento del Dictamen deja en claro que la intencionalidad de la reforma es el desmantelamiento del Estado laico. Esa intencionalidad, hay que decirlo, no desaparece con el Dictamen que, en sentido diferente, emitió el Senado de la República, intentando convencernos de que “el propósito de la reforma del artículo 24 constitucional de ninguna manera sugiere ni requiere abrir el camino para futuras reformas a los preceptos que son la base del Estado laico mexicano” (Cfr. Dictamen de la Cámara de Senadores, p. 9). 

Lamentablemente, algunas personas están plenamente convencidas de que el Dictamen del Senado pone a salvo los artículos constitucionales que son pilares del Estado laico, llegando a asegurar que la educación laica y el principio histórico de la separación del Estado y las iglesias han dejado de estar en riesgo. 

Ojalá que las cosas fuesen así, pero lamentablemente el Estado laico, que es el mayor avance “en la conquista de la libertad de los pueblos”, sigue estando en peligro. Por ello, la Asociación Civil Foro Cívico México Laico ha pedido a los Congresos estatales requerir “a las Cámaras federales conciliar primero sus dictámenes”, teniendo presente que “lo que está de por medio con esta reforma constitucional son los derechos fundamentales y el Estado laico”. 

El propio análisis de la minuta de reforma del artículo 24 constitucional nos permite conocer qué Dictamen prevalecerá al final. Independientemente de que el Dictamen de la Cámara de Senadores diga que no será modificado el artículo 3° constitucional, la reforma de este artículo tendrá que realizarse por la razón que refiere Foro Cívico México Laico, en el documento titulado: “La reforma del artículo 24 constitucional, razones para rechazarla”: “En efecto, la fracción I del artículo 3º constitucional dispone: “I. Garantizada por el artículo 24 la libertad de creencias, dicha educación será laica y, por tanto, se mantendrá por completo ajena a cualquier doctrina religiosa”. Pero toda vez que con la reforma del artículo 24 desaparecerá la «libertad de creencias», y en su lugar se consagrará la «libertad de religión», por congruencia de texto se tendrá que reformar también el artículo 3º. De no hacerlo, en el artículo 3° se haría referencia a una libertad que ya no estaría contemplada por el artículo 24: la «libertad de creencias», lo que generará una incoherencia constitucional”.

Estos argumentos son del conocimiento de todas las legislaturas estatales, pues en todas ellas los integrantes de Foro Cívico México Laico han realizado un acercamiento con los diputados locales, haciéndoles ver que la reforma del artículo 24 afecta seriamente nuestras libertades fundamentales y, en consecuencia, la paz social y la convivencia entre los mexicanos. Afortunadamente, los congresos de Morelos, Baja California, Michoacán, Zacatecas y Oaxaca analizaron responsable y patrióticamente los argumentos planteados y, con base en ello, rechazaron la citada modificación, preservando así el legado de Benito Juárez y los hombres de la Reforma.

Concluido el proceso electoral, los mexicanos tenemos el deber de unir esfuerzos y exigir a las legislaturas estatales sacar de la congeladora la reforma del artículo 24 constitucional y votar en contra de ella. Ojalá que este llamado haga eco en los representantes de los medios de comunicación, en los académicos y estudiantes, en las organizaciones civiles y público en general. Tenemos confianza de que la voz unida del pueblo de México logrará que los legisladores de los estados estén a la altura de las circunstancias y hagan su trabajo procurando preservar inalterable el Estado laico y las libertades que de él emanan.

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